La vida es tan extraña en múltiples ocasiones, hay
instantes que son de dicha y alegría, de paz y quietud, de lagrimas y
sentimientos, de ansiedad y preocupación; cualquiera que sea la situación a
todos nos toca pasar por ellas, no es fácil encontrar las respuestas correctas
cuando nos preguntamos: ¿Porqué a mí?, suelen decirnos que son retos que la
vida nos pone para afrontar y salir adelante, pero realmente no todos los retos
de la vida llegamos a superarlos, algunos dejan huellas irreparables o daños catastróficos
que fragmentan nuestra integridad.
La vida es complicada y cada cosa que hacemos en el ahora
se va proyectando para el día de mañana en situaciones que no podremos quizás solventar
o sortear, sin embargo una de nuestras virtudes es aferrarnos a la vida, no
detenernos, buscar ese impulso cuando quizás ya sentimos el fondo para
demostrarle a la misma vida que somos participes y que también podemos aportar,
proponer y sacar fuerzas que si bien nos podrían hacer titubear en el intento,
son esos motivos que nos mantienen en la lucha de algo más grande.