Comunión
Un día estuvimos tú y yo solos,
sin nadie a nuestro alrededor,
queriéndonos como dos locos
y entregándonos a este amor.
Tratando de respirar calmados,
con besos y caricias mimados,
en el calor de nuestros cuerpos
y la cadencia de sentimientos.
Ambos en uno nos fundimos,
nuestros cuerpos golpearon
suavemente nuestros muslos
y espacio alguno, no dejaron.
Y pude sentir tu respiración,
que se mantenía muy agitada
sobre mi pecho, con emoción
de tener a tu alma poseída.
Entonces ese día de pasión,
ambos hicimos la comunión,
de entregarnos con tal amor
y nunca causarnos un dolor.
Alejandro Mecalco Zamudio
meczam@hotmail.com
Importante
jueves, septiembre 24, 2009
Comunión
Relacionado con:
comunión
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario