Esto murió...

Esto murió…



Alguna vez despertaste esperando verme llegar
y que al mirar por la ventana ya este yo ahí,
mientras tu estómago comienza a gorgorear,
como el efecto que mi presencia provoca en ti.

Y tu cabeza comenzaba a dar múltiples vueltas,
tan pronto como tú te dirigías hacia la puerta,
que con dudas ante la realidad no sabías si abrirás
parándote detrás de ella, triste y a la vez contenta.

Juro que a veces no logré entender tu proceder,
tantas veces me pedías que te viniera yo a ver
y ahora que estaba aquí, tú no me dejaste entrar:
para que me llamas si nunca me dejarías pasar.

Noté como algún cuerpo de la puerta te aparto,
entonces a lo lejos una canción alcancé a oír,
una simple canción que dice: que esto iba a morir
y que no tiene caso estar allí, lo nuestro se acabo.

Con la rabia que me hiciste sentir, dí puñetazos
a esa pared, pues un iluso tonto fui al ir hasta ti;
tantos kilómetros que recorrí con muchos sueños,
pensando tontamente que tú esperarías por mí.



Alejandro Mecalco Zamudio
meczam@hotmail.com